En mil novecientos ochenta y tres Granada era la ciudad perfecta para divertirse, las sevillanas estaban de moda y todo el mundo bailaba en los bares donde el compás lo soportaba un tambor, una caña, una pandereta o las palmas de la gente que abarrotaban estos locales; locales como Machaco regentado por Paco y Mari, La Bodeguita, El Utrera, etc. En Granada también estaba la Asociación Provincial de Coros y Danzas, y dentro del grupo el señor que se le ocurrió montar una caseta en la feria de Granada y los que se unieron a el. Este individuo se llama Paco Zorrilla y los que se unieron, Carmela, Paco Navarro, Alberto Muñoz, Manolo Pareja y Luis Capilla. La caseta la montan con veinte mil pesetas cada uno ( hubo gente que tuvo que pedir un préstamo) y los hierros de un parral que el abuelo de Paco Zorrilla tenia en el camino de Purchil, una vez en la feria, la ayuda de todos los amigos y amigas y la colaboración de la Asociación Provincial de Coros y Danzas de Granada fue importantísima para conseguir el objetivo. Tampoco se puede olvidar a sus padrinos “La peña los 17”, al ver a dos o tres días antes de la inauguración del ferial que solo estaba el solar no dudaron en arrimar el hombro y sacar del apretadero a estos novatos, que, aunque con mucha ilusión no tenían mucha idea de montar una caseta . El primer sitio que ocupó la caseta fue en la calle verdiales, esquina con la calle del infierno. El año siguiente la caseta se montó en la calle de la caña y es ahí donde se encuentra en la actualidad.
Por ultimo decir, que la caseta se llama “La Cachucha”, en honor al baile del Sacromonte de la zambra.
La cachucha de mi mare
es mas grande que la mía
que se la vi la otra tarde
cuando se quedó dormía.
“Siempre de Fiesta”